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How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone

(Bob Dylan, Like a rolling Stone, en Highway 61)

Casy said, “I been walkin’ aroun’ in the country. Ever’body’s askin’ that. What we comin’ to? Seems to me we don’t never come to nothin’. Always on the way. Always goin’. Why don’t you folks think about that? They’s movement now. People moving. We know why, an’ we know how. Movin’ ’cause they got to. That’s why folks always move. Movin’ ’cause they want somepin better’n what they got….

(John Steinbeck, The Grapes of Wrath, 1939)

La migración, entendida como el desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas y sociales[1] puede entenderse como un fenómeno con dos caras (LIVI-BACCI, 2010).

Una de ellas haría referencia a la migración como fenómeno cultural vinculado tanto a los necesarios movimientos de población de media y corta distancia entre comunidades locales para superar la endogamia biológica o aprovisionamiento de recursos, como a la circulación e intercambio de ideas y comportamientos entre los grupos migrantes y las poblaciones receptoras de la migración. La otra cara presentaría los movimientos de población como un fenómeno político y social relacionado con los conflictos que son causa y también consecuencia de los movimientos migratorios de los grupos humanos. Ambos aspectos, si bien distinguibles, están profundamente interconectados y son parte consustancial del proceso de desplazamiento de un grupo por la geografía.

El año 2016 fue un año de intensas migraciones. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) calcula que durante este año, un total de 358.403 migrantes y refugiados han entrado por vía marítima en Europa, contabilizando la escalofriante cifra de 4.913 muertes[2]. Sin duda, la Guerra en Siria ha sido el evento catalizador más importante, que no el único, de una masa de migrantes y refugiados durante los últimos años, calculando en 5 millones las personas forzadas al desplazamiento, lo que convierte esta migración en uno de los mayores éxodos de la historia reciente[3]. Éxodo que golpea doblemente a las mujeres, niñas y personas no cisgénero, expuestas de manera más directa a las violaciones de Derechos Humanos[4] (VEGA PASCUAL, 2007). Esta guerra, por desgracia, es una más entre los numerosos conflictos que han provocado éxodos masivos de población, que solo en 2015 provocaron el desplazamiento de 59,5 millones de personas, equivalente a toda la población de la Península Ibérica[5]. Si bien la guerra es uno de los motivos más significativos a la hora de explicar los movimientos de población, y quizá el que mayor volumen de movimientos en menor tiempo provoca, no dejan de ser muy importantes otros como los motivos económicos, demográficos o culturales que, impulsados por las mejoras tecnológicas en la comunicación y en el transporte, definen en gran medida la sociedad contemporánea como una “sociedad red” (CASTELLS, 2001). Esta violencia e inmediatez que suponen las grandes migraciones contemporáneas tienen el peligro de producir, según Susan Sonntag o Hannah Arendt, la banalización de lo abyecto, la cosificación del migrante (ARENDT, 1963; SONTAG, 2003) que se vincula normalmente con el racismo y la xenofobia. Ante ello, creemos que las ciencias sociales en general y la Arqueología en particular pueden re-humanizar este fenómeno y contribuir a la construcción de alternativas que permitan confrontar la migración como problema político y social dado que permite dar visibilidad a aquellas miles de migraciones anónimas que dejan poca huella en el registro[6].

Figura 1: obra “Guernica 2015” de Javcho Savov.

Sin embargo, ni el fenómeno migratorio es exclusivo de la Modernidad ni tampoco ha venido asociado siempre a procesos conflictivos. Como afirma Massimo Livi Bacci, “desplazarse en el territorio es una ‘prerrogativa’ del ser humano, forma parte de su ‘capital’, es una capacidad más para mejorar las propias condiciones de vida… En el mundo del siglo XXI es común la idea de que las grandes migraciones no son un motor primario de la sociedad, sino más bien un elemento anárquico del cambio social, la tesela deforme de un mosaico que no encuentra su ubicación apropiada, un ‘rumor’ de fondo que perturba el zumbido regular de la vida social” (LIVI-BACCI, 2010: 10 y 16). El movimiento de poblaciones, sobre todo los de corto recorrido, ha constituido un recurso cultural básico para la propia identidad y supervivencia de las comunidades locales (HERNANDO, 2016). Las migraciones han sido, por tanto, parte constituyente de la Humanidad a lo largo de la Historia y, como tal, un fenómeno complejo irreductible a una sola causa ni a una sola consecuencia. Los procesos sociales que se ponen en marcha en el momento en el que un grupo toma la decisión (voluntaria o involuntaria) de cambiar de territorio remiten a una complicada y particular serie de factores que precisan de análisis en profundidad más allá de observaciones simplistas y unicausales (MICOLTA LEÓN, 2005).

Figura 2: Ilustración de la Sociological Review

La Arqueología no ha sido ajena al estudio de los fenómenos migratorios, dada la importancia que los objetos juegan en los procesos culturales de movimiento de población. En sus inicios como ciencia en el siglo XIX, vinculada a la generación de nuevas identidades en el desarrollo de los distintos Estados-nación europeos y coloniales (TRIGGER, 1995), la Arqueología jugó un importante papel a la hora de rastrear los remotos orígenes de la “nación”, muchas veces vinculadas a la llegada de poblaciones extranjeras que constituían el acervo cultural nacional (TRIGGER, 2009: 232-261). Este fue el origen de algunas de las tradiciones más influyentes (para bien y para mal) de principios de siglo, como la Historia Cultural alemana y sus variantes europeas y norteamericanas o la Siedlungsarchäologie de Gustaf Kossinna (FEHR, 2002; KOSSINNA, 1920). En este contexto, el difusionismo como una de las causas que explicaban el movimiento de avances técnicos y de ideas cobró mucha influencia en autores como G. Childe (CHILDE, 1950, 1996 [1ª ed. 1936]). El fin de la Segunda Guerra Mundial supuso una ruptura con respecto a estos estudios y el auge del funcionalismo y del procesualismo en los años 50 y 60 llevaron a que las migraciones, por sus vinculaciones étnicas y raciales, se relegaran a un segundo plano (JONES, 1997; PATTERSON, 2001).

Actualmente, sin embargo, a partir de los estudios relacionados con el fenómeno de la globalización y el impacto del neoliberalismo y sus recientes crisis en los movimientos de población (HUNTINGTON, 1996; LAFLEUR y STANEK, 2017; LIVI-BACCI, 2010), la migración y los movimientos de población han vuelto a retomarse como un tema de gran impacto en la Arqueología (ANTHONY, 1990; BURMEISTER, 2000; CHAPMAN y HAMEROW, 1997; HAKENBECK, 2008). En este sentido, la aplicación de nuevas metodologías de estudio, como los isótopos estables, están permitiendo profundizar en términos contextuales en el complejo proceso cultural de las migraciones en lo que K. Kristiansen ha denominado la tercera revolución en la Arqueología (KRISTIANSEN, 2014). Eliminados muchos de los fantasmas del pasado, algunos de los cuales todavía persisten o incluso se han renovado (CURTA, 2009), la Arqueología vuelve a tomar un papel de primer orden a la hora de estudiar, caracterizar, interpretar e intervenir sobre los procesos migratorios, sus causas y sus consecuencias si bien no sin importantes críticas (JONES, 1997) y dudas sobre las posibilidades de la Arqueología de estudiar los procesos migratorios del pasado (ANTHONY, 1990; BURMEISTER, 2000).

Figura 3: La materialidad del inmigrante. Exposición en el Museo del Inmigrante (Ellis Island, Nueva York).

De esta manera, desde Revista Arkeogazte Aldizkaria se planteó este monográfico como una oportunidad para, desde la Arqueología, aportar a debates especialmente contemporáneos y especialmente presentes. ¿De qué manera puede la Arqueología aproximarse a los fenómenos migratorios? ¿Cómo puede el registro arqueológico explicar las causas de las migraciones a lo largo de la Historia? ¿Hasta qué punto los objetos pueden ser una representación de los conflictos de los grupos migratorios, ya sea en su interior o frente a otros grupos sociales? ¿Puede la Arqueología aportar un conocimiento específico que permita afrontar los problemas humanitarios derivados de los actuales procesos de migración por causas de la guerra?

Entre los meses de octubre 2016 y enero 2017 se pudo ver en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York la exposición Insecurities: Tracing Displacement and Shelter, cuyo objetivo era “explorar las formas en que la arquitectura contemporánea y el diseño han abordado las nociones de refugio a la luz de las emergencias de los refugiados globales”[7]. Una de las obras más significativas de esta exposición fue la instalación Woven Chronicle de la artista india Reena Saini Kallata. Esta instalación consiste en un mapamundi creado a través de cables eléctricos simulando hilos, representando al mismo tiempo un canal de comunicación así como barreras, las inmensas posibilidades de la comunicación global pero al mismo tiempo las vallas, fronteras y rejas que se crean y que impiden dicha comunicación. Esta es la doble dimensión del fenómeno de las migraciones que desde Revista Arkeogazte Aldizkaria queremos explorar con este nuevo monográfico: por un lado, las migraciones como un fenómeno cultural de intercambio entre distintos grupos sociales; por otro, las migraciones como un proceso conflictivo que remiten a una determinada dialéctica de una forma de estructurar las relaciones sociales.

Ilustración 4: “Woven Chronicles” de Reena Saini.

El monográfico que presentamos recoge una reducida pero interesante variedad de trabajos en torno a estas problemáticas planteadas. Variedad que es precisamente reflejo de la migración como un fenómeno transhistórico y complejo y de materialidades muy diversas, como reflexionan B.E. Salazar y D.C. Salazar en la introducción al monográfico. El equipo de F. Gibaja presenta un trabajo que sintetiza algunos de los principales resultados de un proyecto de larga duración en relación al análisis de las hoces como reflejo de lo que denominan “proceso de neolitización” y de las primeras sociedades campesinas. Este artículo presenta un claro ejemplo de cómo la migración puede ser rastreada, conceptualizada y entendida a través de la cultura material como producto de los desplazamientos. El análisis complejo de estas hoces muestran una diversidad tipológica que los autores asimilan a una distribución producida por el desplazamiento de distintas poblaciones durante el Neolítico. Sin embargo, en su opinión, el factor crucial para entender el uso de esta herramienta en dilatados marco geográfico y temporal son los procesos sociales de transmisión del conocimiento internos a las propias sociedades; “el factor que explica la existencia de hoces tan dife­rentes son las tradiciones técnicas transmitidas de generación en generación”.

En el trabajo de P. Virino se presenta un exhaustivo estudio sobre las cerámicas con decoración figurativa de la I Edad de Hierro aparecida en el suroeste peninsular. En su opinión, estas cerámicas habrían de relacionarse, en cuanto a su estética, con una influencia proveniente de Chipre y, en cuanto a su proveniencia social, con las migraciones de grupos orientales y como una expresión de la colonización agrícola fenicia en la zona.

En los fenómenos de migración es en ocasiones muy difícil diferenciar lo que es causa y consecuencia. El caso del complejo concepto de “frontera” es un ejemplo. ¿Se establecen las fronteras como consecuencia de las migraciones o, por el contrario, son estas fronteras las que marcan y estimulan las migraciones, tal y como mantendrían las teorías “push-pull” (MICOLTA LEÓN, 2005: 68-69)? En el trabajo de P. Poveda se reflexiona sobre la frontera desde un punto de vista intermedio. Tomando como ejemplo el caso de la frontera en época visigoda, el autor defiende la necesidad de estudiar las “dinámicas de construcción de esas realidades fronterizas de carácter zonal” que, en el caso analizado, se relacionan con una específica geopolítica del Estado visigodo en su intento de imponer su soberanía sobre unos territorios.

Dos son los trabajos que abordan la arqueología de las migraciones contemporáneas. Por un lado, tenemos el privilegio de contar con una traducción del artículo de R. McGuire Steel walls and picket fences: rematerializing the U.S. – Mexican Border in Ambos Nogales, uno de los análisis arqueológicos más interesantes sobre las transformaciones materiales del ahora tristemente conocido como “muro de Trump”. Estas transformaciones son en gran medida un producto y mediador de la política migratoria usamericana a lo largo del tiempo, tal y como se desprende del análisis de McGuire. Por su parte, el artículo de C. Tejerizo, P.P. Fermín, R. Gomes y C. Marín se centra en un análisis arqueológico de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) presentes en el Estado español. Mediante este análisis los autores sugieren que los CIEs funcionan fundamentalmente como dispositivos de subjetivización y deshumanización, dentro de las lógicas del capitalismo neoliberal.

No hay duda de que las migraciones son un fenómeno tremendamente imbricado en la experiencia vital de los migrantes y que modifica sustancialmente las biografías de los que se ven obligados a huir de sus hogares. Esta perspectiva biográfica y vital es el eje conductor del trabajo de F. González, quién, a través de la obra “material e inmaterial” de los artistas valencianos exiliados durante el franquismo explora las consecuencias que esta experiencia tuvo en su obra. “Un exilio -dice el autor-  que, en el mundo del arte plástico, se tradujo en un constante trasiego de vidas hu­manas, ideas, pensamiento filosófico, literatura, proyectos artísticos, exposiciones, etc. En su con­junto, constituyeron una verdadera huella mate­rial e inmaterial plástica, tanto desde el punto de vista del exilio interior como en el exilio exterior en los diferentes países de destino”.

Por tercer año consecutivo, la revista ha convocado el “Concurso de Trabajos Fin de Grado”, cuyo objetivo es estimular la joven investigación y proporcionar un espacio de divulgación de trabajos de alta calidad de alumnas y alumnos de grado. Entre una gran variedad de trabajos enviados al concurso, se ha considerado el trabajo de J. Coso como el de mayor calidad. En su Trabajo de Fin de Grado, la autora realiza un análisis arqueométrico de un conjunto de cerámicas vidriadas provenientes de un contexto medieval en Cataluña. Este estudio proporciona valiosa información sobre un tipo de producción cerámica sobre el que, según la autora, todavía no existen muchas investigaciones.

El apartado de Varia cuenta con cinco trabajos. El firmado por A. Castrorao, A. Rotolo, G. Bazan, P. Marino y S. Vassallo presenta los primeros resultados de una prospección arqueológica en el marco del proyecto “Harvesting Memories”, cuyo objetivo es el estudio de los paisajes en la larga duración histórica en un territorio en el centro-oeste de Sicilia. En el trabajo se hace una valoración arqueológica e histórica de un conjunto de yacimientos que marcan un amplio recorrido cronológico en la zona desde la Prehistoria hasta la Edad Media.

Dos trabajos se relacionan con la materialidad moderna y contemporánea en el País Vasco. G. Martín presenta un análisis de tres fuertes carlistas del s. XIX en las proximidades de la villa de Bilbao. Es interesante destacar, como hace el autor, que la arqueología del carlismo, a pesar de estar en un estado incipiente, cuenta ya con unos primeros y pioneros trabajos, entre los que se cuenta el ya publicado en nuestra revista en el número relacionado con la arqueología del conflicto. Por su parte, en “‘Con cemento sería mejor y más barato’. Arqueología y patrimonio en la presa del Molino de la Sebe (Villanueva de Valdegovía, Álava)”, J. Rodríguez, C. Tejerizo y Á. Martínez presentan el estudio arqueológico de una de las pocas presas de madera en el norte peninsular, discutiendo las políticas patrimoniales sobre este tipo de bienes culturales y la relación con las comunidades locales.

Por su parte, S.M. Ricardo aporta una profunda revisión del yacimiento de Mascarro, un interesante contexto en el centro de Portugal. Este yacimiento, conocido e intervenido desde la década de los 70, es uno de los contextos más importantes para el análisis de las transformaciones del poblamiento desde época romana hasta la Alta Edad Media. La autora, basada en un análisis de toda la información disponible, realiza una propuesta de datación entre los siglos I y VIII d.C., discutiendo el contexto dentro de la historia de la región.

El trabajo de L. Čapek y L. Holata expone una exhaustiva revisión de cerca de 500 trabajos en torno a los orígenes y del posterior desarrollo de la arqueología de las aldeas medievales en la República Checa. Este trabajo supone la primera revisión historiográfica crítica del tema publicada fuera del país. Además de una intensiva recopilación y descripción de los distintos trabajos y escuelas relacionados con la construcción de la arqueología medieval checa, los autores realizan un interesante análisis externista sobre las relaciones de la academia y los distintos acontecimientos políticos ocurridos en Europa Central.

Finalmente, D. Javaloyas y M.A. Salvà presentan un análisis de la enseñanza de la arqueología en ESO y Bachillerato en Mallorca. En su trabajo “Oportunidades perdidas. La docencia de la Prehistoria y la Arqueología en la educación secundaria. Un estudio de caso en Mallorca” presentan los principales resultados de un proyecto que ha incluido la realización de talleres en las aulas, al análisis de los libros de texto utilizados, así como una encuesta sobre una población de 838 alumnos en los que se valora el grado de conocimiento en torno a la Prehistoria y la Arqueología. En opinión de los autores, si bien la Prehistoria y la Arqueología tienen una cabida limitada en los planes de estudio, esta proporciona unos marcos epistemológicos muy útiles para sobrepasar una visión de la Historia como “cerrada” y “total”.

El número cuenta además con una entrevista a K. Kristiansen, sin duda uno de los arqueólogos más importantes de Europa y uno de los mayores especialistas en el tema de las migraciones y los movimientos de población. En la entrevista, Kristiansen hace una interesante valoración de las posibilidades de la Arqueología para analizar los fenómenos migratorios, así como una reflexión sobre lo que él mismo ha calificado en un reciente trabajo de “tercera revolución paradigmática”, relacionado con la implementación de las metodologías de análisis de ADN e isótopos estables en la Arqueología.

En el apartado de reseñas, H. Hernández propone una revisión actualizada del que es uno de los clásicos de los estudios de ADN antiguo, The Neolithic transition and the genetics of populations in EuropeK de A.J. Zimmerman y L.L. Cavalli-Sforza, dos de los mayores expertos sobre el tema a nivel mundial. Como se comenta. El número se cierra con las reseñas de  S. Piedrabuena del libro Altamira vista por los españoles de X. Ayán; la de J. Santamarina de Volver a las trincheras. Una arqueología de la Guerra Civil española de A.González-Ruibal; y la de C. Teixeira del volumen de J. Mattoso, S. Daveau y D. Belo, Portual: o sabor da terra. Um retrato histórico e geográfico por regioes.

 

Referencias

ANTHONY, D. W. (1990): Migration in archaeology. The baby and the bathwater. American Anthropologist(92), 895-914.

ARENDT, H. (1963): Eichman in Jerusalem: a report on the banality of evil. New York. The Viking Press.

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CASTELLS, M. (2001): La Era de la Información (vol.II): El poder de la identidad. Madrid. Alianza Editorial.

CURTA, F. (2009): Text, Context, History, and Archaeology: studies in Late Antiquity and the Middle Ages. Bucuresti. Academiei Române.

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CHILDE, G. (1950): Prehistoric migrations in Europe. Oslo. Aschehaug.

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HAKENBECK, S. (2008): Migration in Archaeology: are we nearly there yet? Archaeological Review from Cambridge, 23(2), 9-26.

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KRISTIANSEN, K. (2014): Towards a new paradigm? The third science revolution and its possible consequences in Archaeology. Current Swedish Archaeology(22), 11-63.

LAFLEUR, J.-M., & STANEK, M. (2017): EU Migrations and the economic crisis: concepts and issues South-north migration of EU citizens in times of crisis (pp. 1-14). Springer open.

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VEGA PASCUAL, M. J. (2007): Las mujeres refugiadas y la violencia de género. ICEV. Revista d’Estudis de la Violencia(2).

[1] Definición de la RAE consultada en dle.rae.es

[2] Esta cifra evidentemente debe ser superior por los casos no detectados. https://www.iom.int/es/news/se-contabilizan-358403-llegadas-y-4913-muertes-de-migrantes-en-el-mar-mediterraneo

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Refugiados_de_la_Guerra_Civil_Siria

[4] http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/08/actualidad/1457391666_830996.html

[5] http://www.acnur.org/noticias/noticia/el-desplazamiento-de-poblacion-por-guerras-y-persecucion-alcanza-el-nivel-mas-alto-jamas-registrado/

[6] Agradecemos a Juan Antonio Quirós los comentarios relativos a este respecto.

[7] https://www.moma.org/calendar/exhibitions/1653?locale=es